George Stobbart me persigue.

Estos días estoy jugando a Syberia 2. Y cuál ha sido mi sorpresa cuando me he vuelto a topar, una vez más, con George Stobbart, esta vez disfrazado de ex-militar ruso con una pata de palo.

Hace unos meses me lo encontré en Praga, disfrazado de investigador privado. Y son incontables las veces que he topado con él, siempre con un aspecto distinto, pero siempre ha sido él.


Aún recuerdo bastante bien y tras unos veinte años la que fuese mi primera aventura gráfica: Broken Sword 2: Las fuerzas del mal.

Ahí conocí por primera vez a George y ahí oí por primera vez su voz, esa voz que aún hoy me persigue. Realmente la voz es la de el actor de doblaje de la versión en castellano: Tomás Rubio


Es muy raro que yo tenga algún problema con los doblajes, de hecho suelo preferir la versión doblada antes que la original, pero este es un caso especial. Y no sé si habréis tenido el placer de escuchar su trabajo, pero, al menos para mí, su interpretación es siempre igual, siempre tiene la misma cadencia y el mismo tono. Esto consigue que cada vez que oigo su voz, la cual ya tengo totalmente asociada al personaje que da título a este artículo de mierda, tenga la sensación de estar oyendo a estadounidense rubio más insoportable de la historia de los videojuegos.

Aunque sinceramente en las últimas entregas eché de menos su voz, o al menos un doblaje al castellano.

Y ya, eso era todo lo que quería decir, que de vez en cuando mientras juego me veo sorprendido por esa voz y pienso: Joder, Geroge, estás hasta en la sopa, cabrón.

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